El vídeo interactivo ofrece al usuario una experiencia muy diferente a la habitual en la que no se limita a ser un mero observador. El espectador de un vídeo interactivo puede tomar decisiones y ser relevante en la historia que cuenta el vídeo creando lazos más sólidos con la marca. La interactividad permite que con un click el usuario pueda cambiar el final de la narración, jugar o dejar sus datos para participar en un sorteo. Incluso comprar en un vídeo interactivo e-commerce.